sábado, 6 de abril de 2013

SPOCK Y LOS ÁNGELES



UN TECKEL DE PELO DURO, UNA VIDA AÚN MÁS DURA


SPOCK es un perro afortunado... por fin. 

A Spock ya le iba tocando tener suerte. Probablemente perro de caza durante muchos años, al llegar a una edad avanzada lo echaron a la calle: ya no servía para cazar, no era útil. 




Apareció en medio de una carretera, y su primer golpe de suerte fue que la chica que casi le atropella, no solo no lo hizo, sino que en lugar de esquivarle y seguir su camino, como tantos otros habrían hecho, se paró, se bajó del coche en medio del diluvio, lo recogió, y buscó quien pudiera ayudar: el perro llevaba collar, probablemente se habría extraviado.






Su segundo golpe de suerte fue que de unos a otros, el aviso llegó a La Llobera, que lo recibió asustado, famélico, tembloroso, una bola empapada y casi incapaz de moverse, envuelto en dos mantitas que esa chica, su primer ángel, llevaba en el coche para sus propios perros, y que no quiso que le devolviéramos: se las regaló a Spock, y las aceptamos en su nombre. Ahora siguen con él, como símbolo del cambio de fortuna en su vida.

 
SPOCK CON UNA DE SUS MANTITAS



Por fin un poco de calor... Spock durmió toda una tarde enroscado en la alfombra y bien tapadito; esa noche llegó a casa de su segundo ángel, que se ofreció a acogerle mientras aparecían sus dueños. Todavía había que llevarlo en brazos, ya no temblaba, había comido y dormido pero estaba extenuado. 

Spock no se recuperó del todo, ni se recuperará: es muy mayor, tiene problemas de visión, y ni la vida que ha llevado ni el tiempo que pasó abandonado bajo la lluvia y el frío le han hecho ningún bien.


SPOCK CON CHICHO, SU NUEVO HERMANO. YA NO VOLVERÁ A MOJARSE NI PASAR FRÍO.


Nadie denunció su extravío, nadie le reclamó; quien quiera que le haya abandonado no se molestó nunca en ponerle el microchip que, según marca la ley, debería identificarle.

Pero Spock ya tenía sus ángeles: el primero, que le encontró y le salvó la vida, y el segundo, que le acogió y ahora, transcurrido el plazo legal, le ha adoptado.

Gracias a ellas, sus ángeles, Spock pasará sus últimos días querido, cuidado y bien atendido.